viernes, 23 de septiembre de 2011

MUERTE DEL LIBERTADOR

MUERTE SIMON BOLIVAR



El 17 de diciembre de 1830, en la Quinta «San Pedro Alejandrino», cerca de Santa Marta (Colombia), dejó de existir el Genio de la Libertad, el más Grande Hombre de América. A la 1 en punto de la tarde, «murió el sol de Colombia», Simón Bolívar. Había recibido de manos del Cura de la aldea de Mamatoco los Santos Sacramentos. Después de haber dado libertad a tantos millones de suramericanos, Bolívar se halla en su último instante muy solo. Apenas le rodean Mariano Montilla, Fernando Bolívar, José Laurencio Silva, Portocarrero, el edecán Wilson, Ibarra, Cruz Paredes, José María Carreño...

El médico de cabecera Alejandro Próspero Reverend, viendo que llegaba el momento supremo los llamó y les dijo: «Señores, si queréis presenciar los últimos momentos y postrer aliento del Libertador, ya es tiempo». Pero, indudablemente, Bolívar continúa vivo en el corazón de los pueblos, en la ideas que parecen escritas para nuestros días, en las acciones que son permanente ejemplo para todos aquellos que sienten de verdad lo que es una patria redimida. El Sol de Colombia sigue brillando.
Bolívar lo vivió. Destituido de todos sus cargos por la oligarquía grancolombiana —asesinado, antes, su noble amigo el mariscal Sucre que ganara en los Andes, en 1824, la última batalla de la Independencia y es necesario decir que nunca se supo quién le preparó la emboscada de la muerte—, fue abandonado, Bolívar, a su suerte. Camino de su destierro a Venezuela, sublevada ya ante su posible llegada porque iba precedido de la apelación de dictador, Bolívar no tuvo a su lado nada más que un grupo de amigos: contados con los dedos.
Enfermo, le curaba el médico francés Alejandro Prospero Reverend. Arribado a la ciudad costeña de Santa Marta, el Libertador no encontró techo de recepción nada más que en la casa de un español: Joaquín de Mier. Ya próximo a la muerte se refugió en la Quinta de San Pedro Alejandrino. Esta mansión pertenecía, también, al mismo español. En San Pedro Alejandrino pronunció aquella invocación a la ironía: "Jesucristo, Don Quijote y yo hemos sido los más insignes majaderos de este mundo".

AÑOS FINALES

Los últimos dos años de la vida de Bolívar están llenos de amargura y frustración. Hizo un balance de su obra, comprobando que lo más importante quedó sin hacer mientras lo hecho se desmoronaba. La independencia integral de América, el plan para llevar las tropas libertarias a Cuba, Puerto Rico y Argentina, que se aprestaba a una guerra contra el imperio brasileño, o a la España monárquica, si fuera necesario, quedaban como lejanas utopías imposibles de realizarse. La confederación grancolombiana, o la andina, o la anfictionía americana, todo eso que estuvo a punto de cumplirse, debía posponerse ante otro tipo de problemas inmediatos: fuerzas del Perú invadieron el Ecuador, y su expulsión le llevó casi todo 1829. El general José María Córdova, uno de sus más cercanos amigos, dirigió una revuelta y fue asesinado. El general Páez, desobediente y desleal, se le insubordinó también y declaró la separación de Venezuela. Se vio obligado a expulsar de Colombia a Santander, antes uno de sus mejores aliados. A comienzos de 1830, Bolívar regresó a Bogotá para instalar otra vez un Congreso Constituyente; ante esa soberanía, renunció irrevocablemente. Ahora sólo deseaba irse lejos de Colombia, a Jamaica o a Europa, aunque vaciló y pensó que bien valía la pena comenzar de nuevo, reuniendo a sus leales en la costa colombiana. Varios sectores del ejército se levantaron, esta vez en su favor, pero ya era tarde. Cada vez más enfermo, logró llegar a Cartagena a esperar el buque que lo alejaría de tanta ingratitud. Para su mayor desgracia, recibió en Cartagena la noticia de que Sucre, el más capaz de sus generales y tal vez el único que podía sustituirlo, había sido asesinado en Berruecos, a los 35 años de edad.
Contemporizando con la muerte que ya se anunciaba, aceptó la hospitalidad que le ofrecía el generoso español Joaquín de Mier, para llevarlo a su finca, un trapiche llamado San Pedro Alejandrino, en las proximidades de Santa Marta, a descansar. Tradicionalmente se ha dicho que Bolívar estaba tuberculoso, pero algunos médicos sostienen hoy día que una amibiasis le atacó el hígado y los pulmones. Dictó testamento el 10 de diciembre de 1830. Ese mismo día emitió su última proclama pidiendo, rogando por la unión. Siete días después, a la una de la tarde, como dijo el comunicado oficial, «murió el Sol de Colombia». Vivió 47 años, 4 meses y 23 días. Sepultado en la iglesia mayor de Santa Marta, allí quedó su corazón, en una urna, cuando los restos fueron llevados a Caracas doce años después.
Un recuento de su obra militar no encuentra similar en la historia de América. Participó en 427 combates, entre grandes y pequeños; dirigió 37 campañas, donde obtuvo 27 victorias, 8 fracasos y un resultado incierto; recorrió a caballo, a mula o a pie cerca de 90 mil kilómetros, algo así como dos veces y media la vuelta al mundo por el Ecuador; escribió cerca de 10 mil cartas, según cálculo de su mejor estudioso, Vicente Lecuna; de ellas, se conocen 2939 publicadas en los 13 tomos de los Escritos del Libertador; su correspondencia está incluida en los 34 tomos de las Memorias del general Florencio O'Leary; escribió 189 proclamas, 21 mensajes, 14 manifiestos, 18 discursos y una breve biografía, la del general Sucre. Personalmente, o bajo su inspiración, se redactaron cuatro Constituciones, a saber: la Ley Fundamental del 17 de diciembre, creadora de Colombia (Angostura); la Constitución de Cúcuta (1821); el proyecto de Constitución para Bolivia (1825); y el decreto orgánico de la dictadura (1828). No tuvo tiempo para completar su obra magna: la unidad política de Latinoamérica, la liberación de Cuba y Puerto Rico, el apoyo a Argentina contra el imperio brasileño, la Confederación Andina (1825), la ayuda a la propia España para liberarse de los monarquistas (1826), en fin, el establecimiento de una sociedad utópica, donde se logre «la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política» (1819). En 20 años de intensa vida política, 7538 días de actividad revolucionaria, a partir de su misión diplomática a Londres (1810) y hasta su deceso en Santa Marta, casi no hubo día en que no redactara una carta o emitiera un decreto, o que recorriera 13 kilómetros diarios en promedio.
América ha reconocido a Bolívar como el paradigma y símbolo más querido de su identidad y soberanía. En 1842 el Congreso de Venezuela dispuso que las cenizas del Libertador fueran trasladadas con toda pompa de Santa Marta a Caracas y reposan hoy en el magnífico Panteón Nacional. En 1846 Colombia puso la estatua de Pietro Tenerani en el centro de Bogotá. En 1858 Lima le erigió una estatua ecuestre, reconociéndolo como Libertador de la nación peruana.
En 1891 Santa Marta puso una estatua de mármol junto a la Quinta de San Pedro Alejandrino. Ya desde la segunda mitad del siglo XIX se le levantaron monumentos en casi todas las ciudades importantes de América y en muchas de Europa. Se cumplió así la insuperable sentencia de Choquehuanca: «Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina».

VIDA POLITICA

BOLIVAR EN SU VIDA POLITICA


El 6 de agosto de 1825 Sucre creó el Congreso del Alto Perú en el cual creó la República de Bolivia en honor de Bolívar. La Constitución de 1826, aunque nunca fue usada, fue escrita por Bolívar mismo. También en 1826 Bolívar convocó al Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica. Cuando iba camino de Venezuela, llamado por el estallido de la sublevación de la Cosiata, que había tenido lugar el 30 de abril de 1826, en Perú le nombraron presidente vitalicio el 30 de noviembre de ese año, pero el Libertador no aceptó. Siendo nombrado Presidente de Perú el general Andrés de Santa Cruz el 28 de enero de 1827.Pero a partir de 1827 debido a rivalidades personales entre los generales de la revolución, explotaron conflictos políticos que terminaron por destruir las perspectivas de una unión sudamericana por la cual Bolívar había luchado. Ya en Venezuela, indultó a los comprometidos en la Cosiata y el 1 de enero de 1827 sostuvo en el cargo de jefe superior civil y militar a Páez. Reformó los estatutos de la Universidad de Caracas (actual Universidad Central de Venezuela) y se dirigió a Santa fe de Bogotá el 5 de julio siguiente para convocar una convención que debía crear una nueva constitución y el restablecimiento de la concordia nacional después de las batallas contra los españoles y las discordias entre los partidos. Bolívar no regresó nunca a Venezuela. La convención se reunió en Ocaña el 9 de abril de 1828, desde el comienzo de la reunión, los asistentes se dividieron en tres fracciones: la primera estaba dirigida por el general, Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de la Gran Colombia que defendía una concepción federalista del gobierno; la segunda, capitaneada por el propio Simón Bolívar, abogaba por un gobierno Central; y, por último, una tercera, la de los independientes, en la cual militaban Joaquín Mosquera y los indefinidos. La Convención fracasó porque ninguna de las propuestas para una nueva constitución fue aceptada; por esa razón, los seguidores de Bolívar resolvieron ausentarse de Ocaña el 10 de junio de 1828 y la reunión se quedó sin el quórum reglamentario. Creyendo que mediante su acción podría imponer el orden y mantener la unión de la Gran Colombia, Bolívar se declara a sí mismo dictador el 27 de agosto de 1828, mediante el Decreto Orgánico de la Dictadura y queda abolida la Vicepresidencia de la República. El 25 de septiembre de 1828, en Bogotá, se llevó a cabo un atentado contra su vida, conocido como la Conspiración Septembrina, de la cual resultó ileso gracias a la ayuda de su compañera sentimental, Manuela Sáenz, quiteña que recibió en 1821 la orden de "Caballeresa del Sol" del general José de San Martín y que a raíz del suceso con Bolívar fue llamada por él: "La Libertadora del Libertador". Bajo la ventana de la residencia de Bolívar, frente al actual Teatro Colón, por donde realizó su escape, fue puesta una placa con la inscripción del cuadro lateral.


Bolívar inicialmente intentó perdonar a los que fueron considerados como conspiradores, miembros de la facción "santanderinita". Eventualmente se decidió someterlos a la justicia marcial, después de la cual debieron ser fusilados los acusados de ser los directos implicados, algunos sin que quedara plenamente establecida su responsabilidad. El mismo Francisco de Paula Santander, quien había sabido con antelación de la conspiración y no se había opuesto directamente a ella por sus diferencias con Bolívar, partió al exilio. Después de los hechos, Bolívar siguió gobernando en un ambiente enrarecido, acorralado por disputas fraccionales y sufriendo de tuberculosis. La revueltas continuaron. Perú se declaró en contra de Bolívar y su Presidente José de La Mar invadió Guayaquil mas fue vencido por Antonio José de Sucre en la batalla de Tarqui el 27 de febrero de 1829. Venezuela se proclamó independiente el 13 de enero de 1830 y José Antonio Páez ocupó la presidencia de ese país desterrando a Bolívar.




Bolívar dimitió de la presidencia el 20 de enero de 1830 en el Congreso Admirable pero esta no fue aceptada hasta el 4 de mayo de 1830 concediéndosele una pensión de 3.000 pesos anuales. Solo y desengañado, Bolívar emprende un viaje destinado hacia Jamaica y Europa pero su enfermedad se lo impidió, y hubo de acogerse a la amistad y protección de un español, don Joaquín de Mier y Benítez, que lo invitó a quedarse en la Quinta de San Pedro Alejandrino, cerca de la ciudad de Santa Marta, en el departamento del Magdalena.

GRAN COLOMBIA

LA GRAN COLOMBIA







 
 Bolívar comenzó con la república federal creada en diciembre de 1819 en Angostura  -tres departamentos que eran Cundinamarca o la antigua Nueva Granada, Venezuela y Quito, cada uno de ellos gobernado por un vicepresidente-  para crear una nación unitaria un año después, tan pronto como la independencia empezó a ser una realidad.
    El golpe militar de Riego sorprendió al ejército expedicionario de Tierra Firme que estaba esperando refuerzos para recuperar el territorio perdido tras la batalla de Boyacá. El general Morillo recibió la orden de jurar la Constitución, poner en libertad a los presos políticos y concertar un armisticio con Bolívar. Los generales Sámano y Warleta se negaron a luchar en esas condiciones y se embarcaron para Jamaica.
    Morillo trató de concertar una negociación con el Congreso de Angostura a través de Bolívar. Éste le contestó que la única negociación posible era el reconocimiento de la independencia de Colombia, por lo que se acordó una tregua de seis meses, a partir del 25 de noviembre de 1820, y una regularización del estado de guerra para evitar matanzas inútiles.
    El 27 de noviembre Morillo y Bolívar se reunieron en Santa Ana y ratificaron el convenio. El general español se convenció de que seguir resistiendo no conducía a nada en tales circunstancias y decidió embarcarse para España en diciembre, dejando el mando del ejército a Miguel de la Torre.
El Congreso Constituyente de Colombia fue convocado por Nariño, que había regresado de España tras su liberación por el nuevo gobierno liberal, para el 6 de mayo de 1821. En él se decidió enterrar el estado federal ideado en Angostura y convertirlo en unitario, con un ejecutivo formado por un presidente (Bolívar) y un sólo vicepresidente (Santander). Tendría un legislativo bicameral y un judicial con una Corte de Justicia y unos tribunales de apelación. La capital quedaba establecida en Bogotá, la antigua Santa Fe.
    La victoria militar de los patriotas se impuso rápidamente. Bolívar rompió el armisticio y realizó una serie de acciones que culminaron con la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821), en la que derrotó al ejército de La Torre. Los últimos efectivos realistas se encerraron entonces en Puerto Cabello, donde La Torre resistió hasta noviembre de 1823.
    Tras Carabobo, los patriotas se volcaron en la antigua Nueva Granada o Cundinamarca, tomando en octubre de 1821 Cartagena. Bolívar dejó en la costa el baluarte realista de Santa Marta, de escasa importancia y que terminó cayendo en 1823, y se dirigió a Popayán, en diciembre de 1821 para acabar con la resistencia pastusa. Tras arduos combates logró entrar en Pasto en Junio de 1822.
    Mientras tanto en Quito hubo que plantear dos batallas: una contra los realistas y otra contra los propios patriotas, que siendo partidarios de la independencia veían con reticencia su integración en Colombia. El 9 de octubre de 1820 estalló un movimiento independentista en Guayaquil que instaló una Junta de Gobierno, cuya presidencia recayó en León de Febres Cordero, mientras que las funciones civiles fueron para el poeta José Joaquín de Olmedo.
    El general Antonio José de Sucre fue enviado por Bolívar, junto con un millar de hombres, para en primera instancia apoyar la revolución contra las fuerzas realistas bajo el mando del general Aymerich, y posteriormente convencer a los patriotas de la conveniencia de unirse a Colombia, lo que aceptaron al fin como una solución provisional.
    Las tropas libertadoras acantonadas en Guayaquil se organizaron para abatir los últimos baluartes del poderío español. El día 22 de abril de 1822, al mando de las argentinas y chilenas, el general bonaerense Lavalle expulsa a los realistas de Riobamba. Las tropas restantes, unidas a los guayaquileños y a los patriotas del interior, al mando del futuro mariscal de Ayacucho logran el armisticio de Babahoyo y, desde Santa Rosa, barren los últimos retazos del dominio español en las provincias de Loja y Cuenca.
    ECUADOR  Y  LA  LIBERACIÓN  DEL  PERÚ. Libre el territorio que pocos años después se conformaría como la República del Ecuador, se continúa la lucha, entre 1822 y 1824, por parte de los ecuatorianos por la liberación de Perú. Los batallones Pichincha, Yaguachi, Voltígeros, Vencedores y Quito, integrados por quiteños, guayaquileños y cuencanos, colaboraron muy activamente en la liberación del territorio peruano, plantando en Junín el estandarte republicano.
   Afirma el historiador colombiano Restrepo que «los departamentos del Ecuador (así denominábase el Norte de la sierra ecuatoriana), Azuay y Guayaquil hicieron en aquellas circunstancias grandes y dolorosos sacrificios y parecía que nada les costaba». Aparte de proveer de alimentos, municiones, caballos, mulas, vestidos, equipo, etc., los tres departamentos exprimieron sus angustiadas arcas para contribuir en numerario: Quito con doscientos mil pesos; Guayaquil con ciento sesenta mil; y Cuenca con una cantidad algo inferior. En total unos 20 millones de sucres de moneda actual.
 

jueves, 22 de septiembre de 2011

TERCERA Y CUARTA REPUBLICANA

LA TERCERA REPÚBLICA DE VENEZUELA

La Tercera República nació en Santa Ana del Norte de la Isla de Margarita, cuando Bolívar, proveniente de Los Cayos de San Luis en Haití, desembarcó con su ejército libertador en la Bahía de Juan Griego, y fue conducido a la iglesia de Santa Ana, donde el 6 de mayo de 1816 fue proclamado como Jefe Supremo del Ejército Libertador… Fue una República que se presentó al mundo en un emotivo discurso de Bolívar en el Congreso Constituyente de Angostura el 15 de febrero de 1819, República sancionada el 11 de agosto, donde se decreta a la ciudad de Angostura como Capital Provisional de Venezuela, hasta lograr la liberación del país; resolución que se consolidó con la victoria en Carabobo el 24 de junio de 1821, cuando nuevamente triunfante el Libertador es recibido por una multitud caraqueña que se volcó a las calles para recibir al Padre de la Patria.
Angostura fue una quimera de Bolívar que hará realidad su revolución libertadora con la liberación de seis naciones: Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Perú y el Alto Perú convertido en Bolivia
Angostura será una estrategia de Bolívar para presentarse ante el mundo como un Libertador y no un bandolero como lo calificaban los españoles… En Angostura surgió el CORREO DEL ORINOCO como órgano divulgativo de la Revolución Bolivariana escrito en tres idiomas (español, francés e inglés). Angostura le permitió a Bolívar exportar su revolución y lograr el respeto que requería su proyecto de guerra para sí lograr las armas que les estaban prohibidas.
Luego vendrá la batalla del Lago de Maracaibo el 3 de agosto de 1823, que pondrá fin a las pretensiones realistas sobre Venezuela
El 20 de agosto de 1821, en la ciudad de Cúcuta, el Congreso Constituyente previamente instalado a solicitud de Bolívar, firma la Constitución que le daría forma a la Gran Colombia que nacía de las entrañas del Libertador y sus sueños de libertad americana. Curiosamente, esa Constitución fue firmada por el Dr. Miguel Peña, ilustre carabobeño quién será más tarde factor conspirador para la disolución de esa gran nación de Bolívar.
Bolívar siempre mostró su descontento con esa Constitución, por cuanto ella recogía las frustraciones, la ambición de poder de los diputados, los intereses de la oligarquía, y totalmente ajena a la realidad revolucionaria que no contemplo la explosión social que se avecinaba; por ello la criticó de modo sarcástico:
“Esos que se hacen llamar diputados, amontonaron escombros de fabricas monstruosas para edificar sobre una base gótica, un edificio griego al borde de un cráter en peligro de erupción”
Simón Bolívar
De nada le sirvió al Libertador sus triunfos militares para conquistar tierras incas esclavizadas por casi 300 años… Panamá, Quito, Guayaquil. Perú y Bolivia, constituyeron una proeza militar inimaginable en la lógica militar, y que permitieron la liberación de todo un continente.
La oligarquía financiada por empresas extranjeras, comienza a drenar la popularidad de Bolívar
Los partidos políticos de la oposición se agrupan en una cofradía de interese económicos que se conocerá como “La Cosiata”, donde el Dr. Miguel Peña, como asesor personal de José Antonio Páez, asumirá una posición preponderante en la disolución de la Gran Colombia… Bolívar, hábil político, estratega y visionario le escribirá a Santander:
“El Dr. Peña es un hombre vivo y de talento audaz. Conviene mucho que usted lo mantenga al lado del Gobierno, y que por ningún pretexto vaya a Venezuela, para que la Patria y Yo no tengamos algún día que llorar”
Simón Bolívar
Bolívar no se equivocó..! Miguel Peña regresó a Venezuela, para conspirar contra el Libertador, eliminar la Gran Colombia y para gestar la proliferación de los partidos políticos que enterrarían definitivamente la obra de Bolívar. Toda la conspiración se fraguó en un Congreso de oligarcas dirigido por Páez, donde propusieron:
“Se declara al ciudadano Bolívar enemigo de Venezuela; cualquier intento de llegar al país, se entenderá como una declaración de guerra. Se declara a Venezuela República independiente de la Gran Colombia”

CUARTA REPÚBLICA DE VENEZUELA


El 24 de noviembre de 1830 se instala en Valencia el Congreso Antibolivariano que enterrará la inmortal obra libertadora de Simón Bolívar… A partir de ese momento nace la Cuarta República que se decreta el 24 de septiembre, en momentos en que el libertador se dirige a Santa Marta, donde morirá tres meses después, envuelto en una serie de intrigas y conspiraciones que también llevaron a la tumba al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.



Una conspiración que la historia registrará con el nombre de “La Cosiata”, como una cofradía de conspiradores que traicionaron a Simón Bolívar a favor de los imperios ávidos de explotar las riquezas del país: El 25 de noviembre de 1829 en el convento de San Francisco de Caracas, una conjura de traidores y apátridas conspiró por la muerte de la Gran Colombia, por enterrar la Doctrina Bolivariana, y desterrar a Simón Bolívar de su patria natal. En ese mismo lugar donde hoy funciona la Academia de la Historia, José Antonio Páez firmó aquel traidor documento donde amenazaba a Colombia en los siguientes términos:
“Que no se permita de ningún modo que el General Bolívar vuelva al Venezuela. Si se verificase su aproximación se entenderá como una declaración de guerra”
La “Coordinadora Golpista” reunida en Valencia, se rebela contra Bolívar, y acuerda: designar a José Antonio Páez como Presidente, y ordena la separación de Venezuela de la Gran Colombia… Es así como Páez se convierte en el padre de la Cuarta República que nació de la traición al Padre de la Patria, que en un acto indigno anuncia al mundo:
“Se declara al General Bolívar enemigo de Venezuela y se le prohíbe su entrada al país”


Páez será Presidente en tres ocasiones: 1830-1834, 1839-1843 y luego en plena Guerra Federal tras los conflictos con los federalistas afectos al Ideal Bolivariano, reasume el poder dictatorial entre 1861-1863, para sepultar de una vez por todas los focos revolucionarios que abanderaban la obra del Libertador.
Páez Muere en Nueva York el 6 de mayo de 1873, donde disfrutaba la inmensa fortuna de la corrupción, y que también será una constante en los próximos mandatarios
Páez fue el traidor que sepultó la Tercera República, disolvió la unió americana y enterró el sueño de Bolívar… pero además, acogió y protegió a los traidores que cometieron el magnicidio contra Bolívar y Sucre; pero sobre todo, Páez instauró en Venezuela la cultura de la corrupción, la inmoralidad, el caudillismo, y la servidumbre, que será características en los próximos gobiernos.
Durante los 10 años de dictadura “paecista”, la Venezuela Bolivariana entra en una crisis de valores morales, cuando el gobierno pone en practica todos los males que trató de exterminar el Libertador: la corrupción, las cuotas políticas, la intervención extranjera, los sindicatos, los privilegios para la oligarquía, la burocracia, la sumisión del Poder Judicial, los testaferros en los negocios con el gobierno, los privilegios para la iglesia, la cesión de territorios, las concesiones a expresas extranjeras, la deuda externa, la sumisión de los mandatarios a los dueños de los medios de comunicación, y hasta el poder que ostentaban las “barraganas”, cuando Páez se exponía públicamente con su amante Barbarita Nieves, mientras su esposa, doña Dominga Ortiz era el hazme reír de la sociedad… en fin, Páez es la antitesis de la Filosofía Bolivariana, y marcará el punto de partida de las calamidades que sufrirá Venezuela por 170 años, que tendrán como consigna: LA CORRUPCIÓN
Con Páez la Venezuela Federal es dividida en 13 provincias: Caracas, Carabobo, Barquisimeto, Coro, Maracaibo, Trujillo, Mérida, Barinas, Apure, Barcelona, Cumaná, Margarita y Guayana; de esta manera, Páez le entregaba una porción del país a cada uno de los caudillos militares que lo apoyaron en traicionar a Simón Bolívar, para que dispusieran de los recursos naturales, los pueblos y su gente como mejor quisieran.
Las siguientes décadas serán de un “caudillismo exacerbado” que tendrá como meta del gobierno: el saqueo del erario público, con presidentes elegidos por una cofradía de oligarcas que dilapidaban el Tesoro Público y actuaban como testaferros de los Estados Unidos, principalmente, lo cual les permitía otorgar concesiones a las empresas extranjeras e hipotecaban al país con una deuda externa agobiante, para lo cual se promulgaban nuevas Constituciones al imagen y semejanza de los mandatarios, para aumentarse el período presidencial y legalizar la corrupción, mientras el pueblo hipnotizado por las campañas mediáticas, permanecía adormecido a la barbarie de la corrupción.
Manuel Felipe Tovar, designado el 12 de Abril de 1860, será el primer Presidente electo por votación del Congreso luego de 30 años de caudillismo, anarquía y corrupción generalizada en las altas esferas de los gobiernos de turno. Es a partir de este momento cuando Venezuela encuentra su identidad territorial, y comienza un período de aparente modernización del país y de las estructuras del Estado, como lo evocó sabiamente el Libertador:
“Hasta que no hayamos derrotado los males que aquejan la República nunca seremos libres; debemos trabajar por el Nuevo Ideal Nacional”
Simón Bolívar

La Cuarta República es el período constitucional más largo de nuestra historia republicana..!

PRIMERA Y SEGUNDA REPUBLICANA

PRIMERA REPÚBLICA DE VENEZUELA



Fue una República que se fue engendrando con los sucesos del 19 de abril de 1810 que invocaban fidelidad al Rey de España Fernando VII. Fue una situación política que transformó a Venezuela en una República independiente con aquel famoso discurso del joven Simón Bolívar ante la Sociedad Patriótica, cuando se dirigió a todos los asistentes que invocaban fidelidad a su amado rey español preso en Bayona por orden de Napoleón… Así respondió Bolívar a las pretensiones de la oligarquía caraqueña y al clero:



“… se discute en el Congreso lo que debiera estar discutido… y qué dicen..? que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviéramos confederados contra la tiranía extranjera… Que debemos atender los resultados de la política de España… Yo digo: Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres..! Estas dudas son el triste efecto de las antiguas cadenas… Otros dicen: Que los grandes proyectos deben prepararse en calma..! A lo que yo pregunto: Es que trescientos años de calma no bastan..? La Sociedad Patriótica respeta como debe ser al Congreso Nacional, pero el Congreso debe oír a la Sociedad Patriótica..! que es el centro de luces y de todos los intereses revolucionarios… Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos”
Simón Bolívar
Ante este emotivo discurso, la iglesia le dio la espalda al movimiento independentista y los oligarcas acordaron el Primer Congreso de Venezuela que se instaló el 5 de julio de 1811. Fue la Primera República de Venezuela que se consolidó con la primera Constitución aprobada el 21 de diciembre de 1811, cuando se instauró un nuevo sistema de gobierno de estilo Federal que agrupaba las siete Provincias de Venezuela. La Primera República duró tan sólo 7 meses, con la capitulación de Miranda el 25 de julio de 1812, que le entregó el gobierno al realista Monteverde. Para el día 27 de agosto, Bolívar sale al exilio hacia Curazao… Fue una efímera República que cayó por la politiquería, la conspiración de la iglesia católica, el bloqueo económico, y una oligarquía que no quiso sacrificar sus privilegios, frente a una realidad social que clamaba justicia. Al reflexionar sobre las causas de la caída de la Primera República, Bolívar escribirá su “Manifiesto de Cartagena”, que constituye el primer documento político del Libertador, y que revela sus extraordinarios dotes de estadista:
“Tuvimos filósofos por jefes, filantropía por legislación, dialéctica por táctica, y sofistas por soldados. Con semejante subversión de principios y de las cosas, el orden social se sintió extremadamente conmovido, y desde luego corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada”
Simón Bolívar


SEGUNDA REPÚBLICA DE VENEZUELA


Luego de una impresionante e impecables victorias militares que conformaron la Campaña Admirable, Bolívar entra triunfante a Caracas el 7 de agosto de 1813, a un año de perderse la Primera República que restituyó la soberanía de España sobre Venezuela con la puesta en vigencia de la Constitución de Cádiz, y con un gobierno dictatorial que instauró un régimen de terror.
El nuevo gobierno bolivariano que se constituyó como la Segunda República, restituyó la Constitución revolucionaria y proclamó a Bolívar Libertador en un acto solemne de la Municipalidad de Caracas el 14 de octubre de 1813.
Fue una nueva República que transformó totalmente el estilo de gobierno impuesto en la Primera Constitución de Venezuela
El Congreso, a proposición del Lic. Saenz, propone un gobierno republicano de amplios poderes absolutos para el Presidente Bolívar, quién ejercía los poderes Legislativos y Ejecutivos, lo que significó una nueva manera de gobernar, y que cambiaba el concepto federal de la Primera República… Bolívar por su parte, propone la creación de una Asamblea Constituyente, quién redactaría una nueva Constitución y elegiría a los poderes electorales; actividades que se vieron interrumpidas por la anarquía y la guerra civil que se generó en el occidente del país con la aparición del asturiano José Tomás Bóves y sus hordas de bandoleros… La República duró un poco más de un años, luego que Bóves ocupa a Cumaná el 16 de octubre de 1814, pasando a cuchillo a toda la población, y el 5 de diciembre derrota en Urica a las fuerzas patriotas, a pesar de morir en la batalla… Así lo narra Blanco Bombona:
“En Urica muere Boves y muere la Patria. Y como símbolo de que ella muere allí en la carnicería subsiguiente, perece el Himno Nacional. Muere su autor, el músico Landaeta. Muere el pensamiento de la República en la persona del brillante y profundo Lic. Sanz. Muere allí el virtual inteligente diputado Francisco Javier Ustáriz. Lo único que no muere y escapa en manos de Ribas y Bermúdez, es la Bandera Nacional”
Al terminar el año de 1814, la bandera de Venezuela sólo flamea en la Isla de Margarita y algunas regiones de Los Llanos… El 7 de septiembre, Bolívar publicó otro extraordinario documento político conocido como “Manifiesto de Carúpano”, donde analiza las causas de la derrota y la caída de la Segunda República, no por efectos de la intervención extranjera como muchos pudieran pensar, sino por la anarquía de los propios venezolanos que se dejaron embaucar por falsos líderes y una apetencia desmedida de riqueza fácil, producto de los asaltos y el hurto cuando asaltaban los pueblos… Al día siguiente Bolívar parte hacia Cartagena, dejando un mensaje a sus conciudadanos:
“Vuestros hermanos y no los españoles han desgarrado vuestro seno, derramado vuestra sangre, incendiado vuestros hogares y os han condenado a la expatriación”
Simón Bolívar
En su Manifiesto lleno de sentimientos, frustración y esperanzas, Bolívar jura volver a liberar a Venezuela:
“Yo os juro, amados compatriotas, que este augusto título de Libertador, que vuestra gratitud me tributó cuando os vine arrancar las cadenas, nos será vano. Yo os juro que Libertador o muerto, mereceré siempre el honor que me habéis hecho; sin que haya potestad humana sobre la tierra que detenga el curso que me he propuesto seguir hasta volver a libertaros”
Simón Bolívar

REPUBLICANISMO Vs FEDERALISMO

REPUBLICANISMO Vs FEDERALISMO
LA UNIDAD CONTRA EL CAUDILLISMO


FEDERALISMO, sistema de gobierno adoptado por aquellos estados donde el poder político está dividido entre una autoridad nacional y distintas unidades locales autónomas más pequeñas llamadas provincias, regiones o estados… Una FEDERACIÓN se suele crear mediante la unión política de dos o más países independientes bajo un gobierno soberano que en ningún caso se atribuye los poderes individuales de esos estados. Se diferencia de una CONFEDERACIÓN, en que ésta es una alianza de países independientes que mantienen sus respectivas autonomías, unidos en cooperación de asuntos específicos y de interés mutuo, tal cual se conduce la Unión Europea para 25 países con un modelo único de Constitución, un mercado común, un solo ejército y una sola moneda… En una Nación Federal los actos del gobierno central pueden afectar de modo directo tanto a los estados miembros como a los ciudadanos individuales, mientras que en una CONFEDERACIÓN, tales actos suelen afectar de una forma directa a los países miembros y sólo por vía indirecta a los ciudadanos.


Algunos escritores y juristas constitucionalistas han confundido el concepto CONSTITUCIÓN con el de REPÚBLICA, y es por ello que algunos afirman que Venezuela ha tenido 25 Repúblicas, una por cada Constitución… Lo cierto, es que CONSTITUCIÓN y REPÚBLICA son conceptos diferentes que se complementan para transitar la misma vía de gobernabilidad de un país.
CONSTITUCIÓN, se define como la máxima jurídica que fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado. Es un documento normativo en la constitución del Estado que garantiza al pueblo determinados deberes y derechos… Las constituciones están asociadas históricamente al liberalismo político y a la Ilustración que se antepone al absolutismo dominante de la monarquía hereditaria… Al respecto decía el Libertador:
“Las naciones son esclavas de su Constitución, ellas rigen el destino de sus ciudadanos. El espíritu de las leyes deben ser propias para los pueblos que las hacen, relativa a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno y a su pueblo”
Simón Bolívar
REPÚBLICA, término que proviene del latín “res publica = la cosa pública”, bajo el concepto de que la soberanía reside en el pueblo, quien delega el poder de gobernar, en su nombre, a un grupo de representantes elegidos; como sabiamente lo señalaba el Libertador:
“Debe oírse la voluntad del pueblo, para que se cumpliera en todas sus partes. Si quieren fortificar la República, que la fortifiquen; si quieren debilitarla o destruirla, que la destruyan; pero que todo esto se haga por las instrucciones escritas de los Colegios Electorales y no por la voluntad de los individuos que vayan al Congreso”
Simón Bolívar
Bolívar tuvo la sabiduría de diferenciar el concepto de REPÚBLICA como no vinculante a la democracia, donde el gobierno se convierte en portavoz de los deseos del pueblo que lo ha elegido.
Para Bolívar la democracia era la fundamentalmente “participativa” y no “representativa” como normalmente se constituyen las repúblicas para justificar la existencia de los Partidos Políticos
Opuesto a la República es la monarquía, donde la gobernabilidad reside en un linaje hereditario, omnipotente y absoluto en sus resoluciones, que justifica su existencia en un mandato divino de la iglesia que reconoce a los monarcas como seres privilegiados por el creador.
La monarquía es la semilla del imperialismo esclavizante que utiliza el Estado para satisfacer la ambición de una clase dominante
La monarquía significa la aberrante aceptación del omnímodo soberano sobre la mayoría de los ciudadanos, que en tiempos modernos ha justificado su aceptación en una costumbre cultural que motivó la creación del Primer Ministro como vocero del pueblo. Con la ilustración y el conocimiento universal y de las ciencias, la monarquía fue perdiendo poder de convicción para justificar sus privilegios, en una inminente alianza político-religiosa que le ha permitido subsistir en un ambiente democrático que cada vez más gana espacios en la manera de conducirse los pueblos del mundo, a la par de una creciente inestabilidad social que surge por efecto de la injusticia y la insaciable ambición de los imperialistas.

En América se conoció la República con la Independencia de los Estados Unidos en su modalidad Federal (1776-1783), con un sistema integrado por tres poderes independientes (ejecutivo, legislativo y judicial). Pero fue la Revolución Francesa (1789-1799), quién sentó un modelo a imitar por la sociedad política americana que inspiró la independencia de las naciones sumisas al dominio europeo.
La Revolución Francesa introdujo el primer Estado Nacional Republicano en Europa, basado en el sufragio y los principios fundamentales de libertad. Aunque esta Primera República francesa no duró mucho, su repercusión en la sociedad francesa y europea fue continua. Para muchos historiadores, las Guerras Napoleónicas que estallaron acto seguido, fueron en esencia una expansión militar del asalto político contra los restos de la estructura monárquica francesa, que con el tiempo desembocó en una Nueva Era de Republicanismo que aceleró el proceso de emancipación de América Latina respecto de España, y trajo consigo innumerables regímenes republicanos unidos a la independencia de los nuevos estados que los adoptaban, ya fuesen repúblicas unitarias o federales, tales como la República de la Gran Colombia concebida por Simón Bolívar o las Provincias Unidas del Centro de América.
Por lo tanto podemos afirmar, que gracias a Napoleón Bonaparte se consolidó la idea por la independencia de América y fue posible la gesta bolivariana
La Revolución Rusa de 1917 y la consiguiente transformación del Imperio Ruso en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), abrieron un nuevo capítulo en la historia del republicanismo, hasta convertirse en un Estado totalitario de partido único. Gracias a esta experiencia rusa, quedó demostrado que REPÚBLICA y DEMOCRACIA no son dos términos sinónimos; hecho que se haría más evidente tras la II Guerra Mundial, cuando todos los estados de Europa Oriental se constituyeron como “Repúblicas Populares” bajo la tutela de la URSS socialista; como también en República se convirtió la Gran Nación China, cuando en 1954 el Congreso aprobó la Constitución enviada por Comité Central del Partido Comunista Chino, y se creó la República Popular China… Lo irónico de esta experiencia republicana, es que después de la II Guerra Mundial, el federalismo se ha venido imponiendo como un instrumento eficaz para el modelo capitalista en su obstinado intervencionismo e imposición de Sistemas Financieros manejados por cúpulas económicas, con lo cual República y Federalismo no garantizan el concepto de justicia social que sí persigue la democracia participativa, no así la democracia representativa que abogan los padecidos políticos.